Esta obra representa el despertar de la esencia del ser humano, la cual recorre el camino de la iluminación desde un profundo sueño, hasta llegar al éxtasis ilimitado de la alegría de la existencia. Es una metáfora que abarca al ser humano optimista y alegre, que ve la luz en los ojos de un niño y aprecia la sabiduría del anciano, es tomar conciencia del papel que jugamos en este lugar y trascender hacia la hermandad universal. Los toques de trompeta representan el comienzo del cambio, dirigido hacia la búsqueda del conocimiento apoyado en la intuición y la imaginación. Es soñar y alcanzar un Ofir que genera felicidad a los seres y que busca el equilibrio y la armonía…… Para un alma alegre el mundo está lleno de cosas interesantes
Fernando Romero(Ferro)